Frente a un turismo desequilibrado y negativo, es necesario reconocer el trabajo y esfuerzo que se realiza desde nuestros pueblos indígenas y comunidades locales, practicando un turismo responsable y solidario, tomando en cuenta la importancia de la cultura, aporte culinario, el cuidado y preservación de la biodiversidad... dejando de lado el folclore, para mostrar realmente lo que tenemos y somos, siendo sujetos y no objetos del turismo.